domingo, 31 de julio de 2011

UN CUENTO PARA PENSAR



Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo
para cultivar sus campos.

Un día el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con él y lamentar su desgracia, el labrador les replicó: "¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?"

Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió :" ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quien sabe?"

Cuando el hijo del labrador intentó tomar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador quien se limitó a decir : "¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?" Unas semanas más tarde , el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quien sabe?...

Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien. y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañoso. Así pues será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena suerte y mala, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en Bien para los que le aman.

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