domingo, 10 de julio de 2011

"la media frazada" cuento.

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familía. Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna. A los setenta años, Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos.

Esperaba que su hijo, ahora brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensíon, pero veía pasar los días sin que éste apareciera y decidió, por primera vez en su vida, pedirle un favor. Don Roque llamó a la puerta de la casa donde vivía el hijo con su familia.

- ¡ Hola, papa ! Qué milagro que vienes por aquí.......

- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; además, estoy cansado y viejo.

- Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que ésta es tu casa.

- Gracias, hijo. Sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo. Entonces, ¿ no te molestaría que me quedara a vivir con vosotros ? ¡ me siento tan solo ! .

- ¿ Quedarte a vivir aquí ? Sí.....claro.....Pero no sé si estarías a gusto. Tu sabes, la casa es chica.....mi esposa es muy especial... y luego los niños.

- Mira hijo, si te causo muchas molestías, olvídalo. No te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.

- No, padre, no es eso. Solo que.... no se me ocurre donde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían....O solo que no te moleste.......

- ¿ Qué hijo ?

- Dormir en el patio...

- Dormir en el patio, está bien.

El hijo de Don Roque llamó a su hijo de doce años.

- Dime ,papá.

- Mira, hijo, tu abuelo Tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una frazada para que se tape en la noche.

- Sí, con gusto.... ¿ y donde vá a dormir ?

- En el patio ; no quiere que nos incomodemos por su culpa.

Luís subió por la frazada, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.



- ¿ Que haces, Luis ? ¿ Por qué cortas la frazada de tu abuelo ?

- Sabes, papá, estaba pensando.....

- ¿ Pensando en qué ?

- En guardar la mitad de la frazada para cuando tú seas ya viejo y vayas a vivir a mi casa.

Lo que sembremos, vamos a cosechar.........
_________________
Jamás debemos subestimar el poder de nuestras acciones.
Un pequeño gesto puede transformar para bien o para mal la vida de otro.

No hay comentarios: